Bernardí Roig. "The Light-Exercises Series"
Domus Artium DA2. Salamanca. Abril-Junio, 2006
Kunstmuseum Bonn. Julio-Agosto, 2006
Kampa Museum. Praga. Enero-Marzo, 2007
PMMK- Museum Voor Moderne Kunst. Oostende. Abril-Junio, 2007

Producción: SEACEX. Ministerio de Asuntos Exteriores de España.
Comisariado:
Pilar Ribal
Coordinación:
SEACEX
Catálogo:
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Galería de fotos:
Documentación:

 

Basadas principalmente en la simbología de la luz y en la metáfora de la ceguera y la incomunicación humana, las obras reunidas bajo el título de "The Light-Exercises Series" de Bernardí Roig, representan la culminación de una investigación emprendida hace casi diez años.

Como un lugar imaginario que se nutre de obsesiones literarias, artísticas, cinematográficas, etc., la obra reciente de Bernardí Roig reflexiona sobre el aislamiento contemporáneo, sobre la "ceguera" y la "invisibilidad" como metáfora de la pérdida de estabilidad del sujeto actual, un sujeto desprovisto de garantías donde anclar la certeza. Cuerpos mutilados y maltratados, cegados, desgajados, trastornados por un mal innombrable, desfilan ante nosotros como la más cabal expresión de un malestar y de una fascinación que atañe a la imagen.

En esta última serie de trabajos de Bernardí Roig, la luz es lo que nos impide ver, lo que obtura de forma definitiva nuestra mirada, y esa mirada obturada es por extensión la quiebra y el desvanecimiento de lo simbólico cuyo sustrato fundamental sería el deseo.

La luz que emiten estas piezas no es una luz que las ilumina, más bien al contrario, es una luz que impide que las veamos, y que por tanto sólo sirve para seguir construyendo el espesor de nuestra ceguera. Pero no como ausencia de visión sino como posibilidad de representar, precisamente, ese algo sustraído a la mirada que configuraría la mirada interior. Esa mirada interior es el baluarte de resistencia a esa hipervisibilidad que hoy es la forma definitiva de exterminar el valeroso acto de mirar.

Si el rechazo de lo real, o el deseo de su prolongación, sellan la aparición de esos "dobles fantasmagóricos" que son todas las imágenes surgidas de la mano del hombre, los dobles de Bernardí Roig llevan la carga adicional de su idiotez y su locura. Dice Clément Rosset (1) que "los borrachos tienen fama de ver doble", que "el hombre posee dos ojos y, por consiguiente, dos imágenes de la realidad que se superponen normalmente una a la otra...".

Dos realidades se superponen también en la mirada -sobria, lúcida y sagaz- de Bernardí Roig. Una mirada inducida sin duda, alimentada por la pasión literaria y la codicia visual, que le hace conjugar la tradición y la simbología del gran arte con la conciencia limítrofe de la contemporaneidad.

Sus esculturas, dibujos y videos reflejan ese estado de infinita tensión entre un mundo en demolición y ese doble, siempre huidizo, que anida en nuestro propio espíritu.

Pilar Ribal

 

 

Ver Rosset, Clément: Lo real. Tratado de la idiotez. Pre-textos, Valencia, 2004.